La asociación de vecinos NMC (No Más Cagás), se muestra indignada por este hecho, ya que son los propios estorninos los que causan el 90% de las manchas callejeras de la localidad. "Es una vergüenza que este tipo de pajarracos puedan campar a sus anchas por el pueblo, sin que nadie haga nada. Y para más INRI se rumorea que también quieren abrir un lavadero de coches.", nos declara José Miguel Erdecilla, presidente de NMC.
A la banda de Héctor, se le achacan delitos como defecación con alevosía, extorsión con violencia y graznidos, deterioro de mobiliario público (bancos, farolas, fuentes, calvas de funcionarios, etc), robo de joyas y objetos brillantes, ocupación ilegal de arboles públicos; y una larga retahíla de delitos de escandalo a deshoras."Son una banda tan organizada como numerosa, y tienen en su entramado jerárquico su gran defensa. Sabemos que el jefe es ese tal Héctor, pero no tenemos pruebas materiales contra el. Solo llegamos a detener al típico cabeza de turco, pero no hay manera de que cante o se le suelte el pico.", nos comenta el comisario jefe del crimen organizado aviar de la Guardia Civil.
Según nos comenta uno de los investigadores, la intención de la banda es acribillar a todo hijo de vecino que pasee por el casco urbano de la localidad (como hasta ahora), y que estas personas atacadas vayan irremediablemente a la tintorería que ellos mismos han montado. "Su blanco preferido serían personas que van de comunión o de boda, para que así tengan que ir a su tintorería express a que les quiten rápidamente el "recao". Son genios emplumados.", declara el investigador.
Por otro lado están los estorninos que se ganan la vida honradamente y que se ven afectados por los prejuicios que generan las actividades delictivas de sus congéneres."Nos han echado de noche de nuestras casas con linternas y escopetillas de plomos, nos han demolido las ramas de los arboles donde vivíamos, nos han puesto trampillas en los lugares donde nos posamos. Somos una especie perseguida por culpa de unos pocos cagones, y no es justo.",declara Rodrigo Rión, presidente de la asociación de derechos de los pájaros.
Entre todo este barullo ornitológico, las golondrinas no se pronuncian, las mirlas están siendo investigadas y los cernícalos primilla no quieren explicar como co***es se mantienen en el aire estáticos. El mundo del aire menciano pasa por sus peores momentos. Seguiremos informando de todo lo referente a esta polémica en LVR.
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